Subestimar su carácter y nivel de energía
Uno de los errores más frecuentes es pensar que, por ser un perro “tranquilo” en apariencia, no necesita tanto ejercicio o estimulación mental. La realidad es que el Cane Corso necesita actividad física diaria y retos mentales para mantenerse equilibrado. Sin esto, puede volverse ansioso, destructivo o excesivamente territorial.
Es muy importante establecer rutinas de ejercicio, paseos largos, juegos de obediencia y ejercicios de autocontrol desde cachorro.
No socializarlo correctamente
La socialización temprana es crucial en esta raza. Muchos dueños esperan a que el perro crezca para comenzar a exponerlo a personas, otros animales o entornos nuevos, esto es un error muy grave. Un Cane Corso mal socializado puede desarrollar comportamientos de miedo, desconfianza o agresividad hacia extraños. Su instinto protector, si no se guía correctamente, puede convertirse en un problema serio.
Desde los 2 o 3 meses, el cachorro debe interactuar con distintas personas, sonidos, lugares y animales de manera controlada y positiva. La clave está en enseñarle que el mundo no es una amenaza.
Cómo pasear a tu Cane Corso. Consejos prácticos para un perro equilibrado
Ser demasiado permisivo o inconsistente
El Cane Corso necesita un dueño con liderazgo firme pero justo. Si el perro percibe inseguridad o falta de límites, asumirá el rol dominante por naturaleza. La inconsistencia en las reglas del hogar es uno de los errores más comunes. permitir algo un día y prohibirlo al siguiente confunde al perro y debilita la autoridad del dueño.
Establecer normas claras desde el principio y mantenerlas es fundamental. No se trata de ser duro, sino coherente. La disciplina constante, combinada con refuerzo positivo, genera respeto y equilibrio.
No invertir tiempo en adiestramiento
Muchos piensan que el Cane Corso “ya sabe” cómo comportarse porque es inteligente. Esa inteligencia, sin embargo, necesita ser guiada. Un Cane Corso sin adiestramiento puede volverse dominante, testarudo o impredecible.
Iniciar el adiestramiento básico (sentarse, quedarse, acudir al llamado, caminar sin tirar de la correa) desde cachorro y continuar con rutinas de obediencia durante toda su vida.
Si es necesario, acudir a un adiestrador profesional con experiencia en razas molosoides.
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Descuidar la salud y el control veterinario
El Cane Corso es una raza grande y musculosa, propensa a ciertos problemas de salud como displasia de cadera, torsión gástrica y enfermedades cardíacas.
Algunos criadores o dueños ignoran la importancia de los controles veterinarios regulares, la buena alimentación y el ejercicio adecuado.
Realiza revisiones veterinarias periódicas, controlar el peso, evitar ejercicios intensos durante el crecimiento y ofrecer una dieta balanceada rica en proteínas de calidad.
Cuidados necesarios del Cane Corso
Criarlo solo como perro de guardia
Otro error frecuente es criar al Cane Corso exclusivamente para proteger la casa. Si solo se refuerza su instinto guardián y no se fomenta su faceta afectuosa y social, el perro se vuelve desconfiado y difícil de manejar.
Equilibra el entrenamiento protector con actividades que refuercen su vínculo familiar.
El Cane Corso es leal y cariñoso cuando se le incluye como parte del hogar, no solo como “vigilante”.
No comprender su madurez emocional
El Cane Corso tarda más que otras razas en alcanzar la madurez emocional, incluso hasta los tres años. Algunos dueños se frustran por comportamientos adolescentes prolongados o exceso de energía, interpretándolos como desobediencia. Ten paciencia, consistencia y refuerzo positivo. Criar un Cane Corso es un proceso largo, pero los resultados son recompensantes: un compañero noble, equilibrado y protector.
Cómo mejorar el vínculo con tu Cane Corso
Quien crie un Cane Corso correctamente obtendrá un compañero excepcional. Evitar estos errores comunes, falta de socialización, escasa disciplina, poca actividad o liderazgo débil es esencial para tener un perro seguro, obediente y feliz. Con educación, cariño y firmeza, el Cane Corso demuestra por qué es una de las razas más admiradas del mundo canino: poderoso, fiel y profundamente devoto de su familia.
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